ABP EN CENTROS EDUCATIVOS

La unidad 5 de #ABPMOOC_INTEF plantea que realicemos una reflexión acerca de la relación del Aprendizaje Basado en Proyectos en los centros educativos que han pasado por nuestra experiencia educativa. 

Yo quisiera realizar esta reflexión haciéndome esta pregunta: ¿Existen entornos favorables para el ABP en los centros educativos en los que has trabajado o no?. La pregunta, aunque sencilla, clara y directa, encierra una doble complejidad que me lleva a hacer un ejercicio de introspección importante. Su complejidad radica a que en los momentos que he estado ejerciendo la docencia en diferentes centros educativos no era consciente, ni tenía conciencia, del trabajo en ABP y es ahora cuando percibo que en algunos momentos he trabajo con ABP sin querer. Sobre esta idea ya he comentado en otros momentos del curso y me parece interesante volver a incidir en esa idea porque, lógicamente, la perspectiva cambia mucho de cuando trabajas sin tener ni idea que aplicas ABP a cuando lo haces realmente y con una experiencia educativa como esta a las espaldas, mucho mejor.

Hace varios años que me encuentro desarrollando mi labor profesional fuera de los centros educativos pero todavía muy unido a ellos, al continuar trabajando para la educación desde los servicios centrales. Por este motivo me es complicado poder ofrecer el historial de proyectos de un centro concreto. De todas formas me apetece mucho más realizar una reflexión global de mi experiencia en diferentes centros educativos.

Mi impresión general acerca de si existen entornos favorables para ABP en los centros educativos respondo que no, aunque se está caminando con pasitos cortos hacia ello. Normalmente la utilización de ABP se reducía a ser un complemento más dentro del centro educativo en el aprendizaje no formal del alumnado. En pocas palabras, se utilizaba más por "relleno" de una programación que por convencimiento de su verdadera utilidad.

Es muy cierto que la implicación en el trabajo en ABP va a depender mucho del tipo de claustro que tengamos en el centro. Un claustro muy estable y a la vez muy maduro puede indicar posturas conservadoras a la hora de aplicar proyectos, es decir, no se complican la vida. Normalmente cuando comienzo en un centro lo primero que hago es preguntar por el número de definitivos en el centro y la media de edad del centro. Para mí son indicadores reales para comprobar sin experiencia la existencia de un claustro dinámico, abierto, innovador y generador de nuevo conocimiento.

En la mayoría de los centros educativos por los que he pasado se aplica ABP para cosas concretas, ideas concretas, celebración de días concretos, proyectos concretos del centro, como bien dije anteriormente, utilizado más como relleno de una programación que como una alternativa real de enriquecimiento del proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestro alumnado.

En los pocos centros que percibes que pueda existir una cierta inquietud por trabajar con ABP te encuentras que dicho trabajo se encuentra fuera del contexto general que rodea al centro educativo y envuelve a la comunidad educativa en general.

En otros centros educativos te encuentras que existen docentes concretos inquietos con aprender y aplicar en sus aulas pareciendo en algunos casos personas que predican en el desierto. Ya hemos visto como uno de los aspectos fundamental para el trabajo con ABP no es otro que el trabajo transversal entre materias y que por tanto no sirve de nada sino conseguimos implicar a otros compañeros que quieran sumarse al carro de la innovación educativa. Me vi en algunas ocasiones echando una mano a compañeros que querían solos cambiar el mundo dentro de un centro educativo y eso me fascinó. Por otro lado me entristece que personas que son docentes, quiero pensar que en la mayoría de los casos por vocación, no quieran soñar con ser mejores, no quieran crecer en lo profesional para ofrecer más aprendizajes significativos a sus alumnos, aprendizajes por lo cuales tu alumnado te podrá recordar durante toda su vida, en fin, cada día me asombra más como puedan existir personas que no se alegran de tener la única profesión que puede cambiar el mundo, precisamente porque puede cambiar a las personas.

Algunos centros si que tenían pinta de que trabajaban con ABP aunque se confundía con un simple trabajo colaborativo para alcanzar una meta final importante para el centro. Esto sólo quiere decir que con ABP se está en el camino correcto porque de una forma u otra siempre se ha tendido a trabajar con esta nueva metodología que coloca al alumnado en el lugar significativo que se merece pasando, nosotros, los docentes a un segundo plano como facilitador, como orientador, como guía dentro de un proceso de aprendizaje donde el contenido no es tan importante como el proceso para alcanzar el producto final pretendido.

Todas las semanas visito muchos centros educativos por diferentes motivos y me alegra anunciarles que el trabajo por ABP cada día está siendo más habitual. Cada día son muchos los equipos directivos que animan a sus claustros a comenzar a trabajar colaborando desde las acciones transversales de los conocimientos para dar al alumnado lo mejor de cada uno. Ya es habitual en el argot docente escuchar el Aprendizaje Basado en Proyectos y eso sólo significa una cosa: vamos en el camino correcto. Soy uno de los principales sorprendidos porque gracias a a esta experiencia formativa, y en mi caso además muy educativa, he entendido el verdadero motivo que mueve el trabajo en ABP. Para mi ha sido todo un descubrimiento y no me importa decirlo porque me motiva, me alegra, me hace muy feliz siempre que aprendo algo nuevo, y no me da vergüenza porque soy de los que pienso que somos animales que estamos para aprender y que no nacemos con todo el conocimiento insertado mediante microchip, al contrario, nos cultivamos y florecemos cada vez que una nueva idea nos hace ser más felices, de lo que ya somos, cuando impartimos clase a nuestros alumnos y alumnas. 

Mi experiencia con este curso de ABP ha sido BRUTAL. Me ha sacudido de tal manera que ha cambiado toda la concepción que tenía sobre la educación haciéndome entender que estos son los puntos de inflexión a partir de los cuales un docente sigue creciendo en base a las experiencias docentes y a las experiencias formativas en "cosas nuevas". Un docente motivado y con ganas de crecer nunca se molesta porque le expliquen "algo nuevo", al contrario, lo asimila he intenta darle aplicación a la labor diaria. Eso son los docentes del futuro para los centros educativos del futuro.

El futuro es muy esperanzador. Centros educativos innovadores en el que impartan clase docentes que investigan y reflexionan para educar a su alumnado en la creatividad, la exploración y la práctica reflexiva. Eso son los centros y los educadores del futuro.



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